Tercera entrega de las memorias de Antolín Velasco Sanz

«Ruiz-Mateos metió a un espía en Sidra El Gaitero porque quería hacerse con ella, según me contó el propio José Cardín»
Antolín Luis Velasco Sanz nace en Oviedo, el 26 de enero de 1923. Su padre, Antolín Velasco de las Heras, era perito mercantil y había sido secretario del Sindicato Ferroviario de Valladolid hasta la huelga de 1914, cuando es despedido y decide afincarse en Asturias. Se dedica a diversos negocios y en 1942 funda Fidelitas, la primera asesoría contable y fiscal de Asturias, a la que su hijo se incorpora en 1946. Antolín Luis Velasco será uno de los fundadores de la Asociación Nacional de Asesores Fiscales y del Colegio de Economistas de Oviedo.

Oviedo, J. MORÁN Antolín Velasco Sanz (Oviedo, 1923), repasa en esta última entrega de «Memorias» su actividad en la firma Fidelitas y su visión del empresariado asturiano y de la crisis.

Amenaza de calabozo.
«En aquellos años, que eran los del cambio político y la Transición, en el Colegio de Economistas trajimos a muchos conferenciantes ilustres: Joaquín Garrigues Walker, Ramón Tamames, Manuel Funes Robert, Enrique Fuentes Quintana, Julio Segura? Recuerdo que con Tamames, que entonces era comunista, se atiborró el salón de la Caja de Ahorros y cuando estaba dando la conferencia hubo una irrupción en el local de gente que entró de forma precipitada. Él, que estaba en el atril, le preguntó a José Luis Marrón, que estaba conmigo en la mesa, que qué pasaba. Luis le explicó que había una protesta de mineros y que seguramente la Policía estaba dando leña y se estaban refugiando allí. Tamames llamó a uno de los manifestantes, sacó la cartera y le dio lo que supongo era dinero, aunque yo no lo vi con claridad. Al día siguiente me llama a mi despacho Santiago Fentanes, secretario del Gobierno Civil, y me dice: "Ayer no dormiste en el calabozo de milagro". "¿Por qué?". "Porque amparasteis a los huelguistas y además les distéis apoyo económico". Yo le repliqué: "Mira Santiago, no me toques las narices; nosotros no amparamos a nadie, era un acto público y entró una gente que yo no sabía quiénes eran y sí vi que una persona les dio algo, pero no sé lo que fue". Me echó una buena filípica y me vino a decir que no nos metiéramos en camisa de once varas».

Reforma fiscal.
«En cuanto a la empresa a la que le dediqué mi vida, Fidelitas, siempre he dicho que fue la primera consultoría contable y fiscal de Asturias, pero es media verdad porque hubo una anterior que fue formada por don Prieto Buylla, notario, y Muñiz del Viso, funcionario de Hacienda, que fueron expedientados por motivos políticos y entonces crearon una empresa de asesoramiento que llevaba su hombre de confianza, Pepín Fernández. Pero duró poco porque les volvieron a readmitir en sus respectivos cuerpos y entonces siguió con ella Pepín Fernández un cierto tiempo, dos o tres años. Mi padre fundó Fidelitas en 1942, tras una conversación de café con Enrique Ojanguren, y su hombre de confianza fue Julio Rodríguez Cárdenas. Yo empecé en la empresa en 1944, haciendo recados para mi padre, cuanto todavía estaba estudiando, pero me incorporé definitivamente en 1946. En 1956 mi padre me dijo que tenía muchas cosas que atender y que creía que a mí me interesaba continuar con la empresa. Y, en efecto, le pagué por ella, a plazos, 550.000 pesetas de aquella época. Fui ampliando el despacho con nuevos clientes y aquello prosperó y con la reforma fiscal de Navarro Rubio, en 1973, con las llamadas evaluaciones globales, un sistema de tributación muy original, fui de los asesores que más trabajo tuvo. Estuve en Fidelitas casi 50 años, hasta que me jubilé en 1993, y dejé un grupo de empresas en el que hoy trabajan entre 40 y 50 personas».

Seis hijos y 15 nietos.
«De mis seis hijos, Antolín, el mayor, sigue en el despacho; Mercedes es directora del colegio de Primera Enseñanza de Posada de Llanera; Edmundo también estuvo en la empresa; Carmen Teresa es funcionaria de Sanidad; Luis lleva los seguros de Fidelitas, y el último, Pablo, con otro compañero, creó Portilla y Velasco, una sociedad de nuevas tecnologías radicada en Gijón. Son seis hijos y 15 nietos, y algunos de éstos andan por el mundo, fuera de Asturias, y los dos más pequeños, ella de 5 años y él 3, de mi hijo Pablo, son ahora mi mayor alegría».

En la imprenta de Rojo.
«Y en Fidelitas nació la revista "Tesón", porque mi padre empezó a publicar un boletín para los clientes de la empresa y cuando yo me incorporo al despacho veo aquel boletín y le digo: "¿Por qué no publicamos una revista para suscriptores que a la vez se sostenga con publicidad?". Tres persona fueron fundamentales en la vida de "Tesón": Fernando del Guayo Echevarría, que fue el comercial que bastante mérito tuvo en aquella revista minoritaria de conseguir muy buena publicidad; después estaba mi primo Ismael Blanco, que era el que llevaba la administración de la revista, y mi hijo Edmundo, que fue el que la dirigió hasta que se extinguió. La revista duró casi 40 años, de 1954 a 1992, hasta que llegó un momento en que no se pudo mantener porque el coste era elevado. Su contenido era eminentemente dedicado a la empresa, a temas fiscales, comerciales, a novedades que surgían en ese mundo. El periodista Eugenio de Rioja escribió muchos artículos en ella y la editábamos en Gráficas Summa, de Ramón Rojo Ovies, un gran amigo, que al jubilarse vendió la imprenta a la familia de Sidra El Gaitero, porque antes le hacía todos los trabajos a José Cardín. Con él tengo anécdotas porque coincidíamos en la imprenta y era un conversador de lo más agradable».

El espía de Ruiz-Mateos.
«Una vez me contó lo que le había pasado con Ruiz-Mateos, al que yo también había tratado cuando vino a Asturias a conocer la Mantequera de Villaviciosa, de la familia Tuya, para ver si la compraba. Llegó con dos colaboradores y con dos guardaespaldas, y Avelino Tuya me presentó como su asesor y él me dijo: "Yo también soy profesor mercantil", a lo que yo le comenté: "Pues si llega usted a ser más, ¿adónde hubiera llegado?". Echó una carcajada. Pero él venía a Villaviciosa no a por la mantequera sino a por El Gaitero, pero José Cardín le dio con las puerta en las narices y entonces Ruiz-Mateos le metió a un espía en la empresa. Esto me lo contó el propio Cardín, que un día se presentó en Madrid, en el despacho de Ruiz-Mateos, que bajó a recibirle de inmediato. "¿A qué debo el honor, don José?". "Es usted un sinvergüenza y ya sé que me ha metido un espía en fábrica, pero no se moleste que El Gaitero no va a ser para usted de ninguna de las maneras"».

La referencia de don Benedicto.
«Además de Ramón Rojo, otra gran persona que traté y que fue un referente para mí fue el sacerdote don Benedicto Santos, al que conocí en Cursillos de Cristiandad y me pidió que fuera presidente de Alcohólicos Anónimos. "Yo no sé nada de eso", le dije, pero acepté y creo que traté con un verdadero santo. Paloma Castillo, que me sucedió a mí en la presidencia, ha impulsado su proceso de canonización. El trato con él, hasta el momento mismo de su muerte, me hizo reflexionar sobre muchas cosas».

Ponerse las pilas.
«He conocido al empresariado asturiano durante más de 60 años y en este momento sigo viéndolo desde dentro. Soy consejero de tres sociedades netamente asturianas e importantes. Una es Talleres Zitrón, de la familia Ortiz, para la que ya había trabajado mi padre (Zitron es Ortiz al revés, más una "n"). El 90 por ciento de su producción, ventiladores para obra civil, se vende en el exterior. Estoy también en Tekos, Técnica de Conexiones, de la que es presidente José María Díaz-Pevida Canal, que ha sufrido por la crisis pero se mantiene en un tono razonablemente bueno. Y después en Unión Financiera Asturiana, que nace en los años 70 de la sociedad Progreso Asturiano, y que se dedica al crédito al consumo. Se desarrolló bien durante años, pero cuando llegó la crisis hubo que hacer frente a una situación difícil, pero nos pusimos las pilas a su debido tiempo (cosa que no hizo el sector financiero en general) y en este momento es seguramente una de las financieras independientes, que, aunque modesta, tiene un alto grado de liquidez y de garantía. Hubo que hacer una ampliación de capital y también se fusionó con la Financiera Oviedo, de la familia Alegría».

Aventureros y emprendedores.
«Mi padre decía que Asturias era una región más aventurera que empresaria, y que eso nacía de la minería, porque el minero se metía en una explotación y conseguía o no una veta. Eso evolucionó en el nacimiento de emprendedores que asumían riesgos y ponían en juego su capital o su crédito. Ésa es la principal virtud del empresario asturiano, desafiar el riesgo y ha habido grandes empresarios que han triunfado y muchos más pequeños empresarios que a un nivel más modesto han sabido hacer frente a esos riesgos y han conseguido hacer empresas que son rentables y que hacen mucho bien a la región. En general, en Asturias ha habido espíritu emprendedor, pero ahora hay dos problemas muy serios: la falta de crédito y el retraso en el pago por parte de todo el mundo, de las administraciones y de las empresas. Hay una morosidad de tal grado que hunde a las empresas. Son los dos temas que deben abordar el Gobierno nacional y el regional de manera urgente. Pero yo diría que en este momento hay un mejor ánimo por parte de los que seguimos la economía del país. La prima de riesgo ha bajado, la Bolsa (un indicador imprescindible) está subiendo, y vemos que la inversión extranjera está volviendo.

Todo esto demuestra confianza y soy moderadamente optimista. Hay que aprender de los numerosos errores cometidos y desenterrar una expresión antigua pero valiosa: el bien común».

Recibir más felicidad.
«En el aspecto personal he conseguido un feliz matrimonio que se debe principalmente a mi mujer, Mercedes, que es la generosidad llevada al máximo y tiene una facultad que yo le envidio: consigue hacer felices no sólo a los que le rodean, sino a todos los que la conocen porque se entrega plenamente a las personas. Quien hace feliz a otra persona recibe más felicidad que la que da y esto lo consiguió mi mujer con su abnegación, con su dedicación a sus hijos y a sus nietos. Y mi estado de ánimo es sereno. Hace poco he tenido una intervención por una insuficiencia coronaria severa y me han tenido que hacer un cateterismo para colocarme una válvula y me siento muy recuperado. Pero lo que más quisiera resaltar es que si yo tengo algún mérito es el de haber sabido rodearme de personas que valían más que yo; sin ellos no hubiera hecho ni la mitad en la vida». 

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